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quiénes somos

Somos un grupo de personas convencido de la necesidad de dar un paso adelante frente a los discursos del miedo y del odio. Un grupo de personas de distintas procedencias y trayectorias que lleva año y medio dándole vueltas a la mejor manera de elevar los temas globales a la agenda política, mediática y social para lograr cambios necesarios y urgentes. Venimos de los movimientos sociales, de los espacios de reflexión y pensamiento, del ámbito de la cooperación, de la nueva política ciudadana y de la ciudadanía organizada y sin organizar comprometida y consciente.

Estamos en un momento único de la Historia. Somos la primera generación que puede acabar con la pobreza y la última que puede detener el colapso climático. Somos conscientes de ello y de la relevancia que tiene actuar en la que será la década más importante de la humanidad.

Queremos levantar una bandera de esperanza en medio de la agitación irracional de banderas locales y comenzar a pensar en común como especie. Una única especie, la humanidad, que está a punto de rebasar los límites del planeta en el que vive sin que haya vuelta atrás posible. Unos límites que, de ser superados, condenarían a la miseria, los desplazamientos forzosos y la muerte a cientos de millones de personas. No hay reto político y social más importante. Toca luchar por la unidad frente a los retos globales que pueden cambiarlo todo.

Pero sabemos que no estamos abocadxs a la catástrofe. La catástrofe real es no hacer frente a los problemas que enfrentamos. Por eso lanzamos este manifiesto como posible base del mundo nuevo y un concepto abierto, la matria, en torno al que articular las luchas que llevan ya décadas tratando de cambiar el mundo. Lo hacemos con humildad y sin pretender sustituir el trabajo ni el conocimiento de ningún colectivo. Queremos ser un espacio abierto para escuchar, aprender, unificar y actuar. Una propuesta de alianza entre los colectivos y los discursos que están construyendo el mundo nuevo frente al odio y el miedo del bloque que se resiste a abandonar el mundo viejo. Un movimiento ciudadano como sujeto político que nos ayude a cooperar para transformar.

En un mundo-Estado dominado por agentes no democráticos como el FMI, el BM o los G-7, G-8, G-20... las patrias, ante su pérdida de poder real, se han convertido en una excusa para el enfrentamiento y el miedo al otro. Las patrias han pasado a ser patrimonio de las élites mientras que la matria debe ser matrimonio con los pueblos y el planeta. La Naturaleza, la historia, las culturas y todo lo que hay de bello en este planeta no es patrimonio de la humanidad tanto como matrimonio con la humanidad. Los seres humanos no somos dueños de lo que nos rodea, sino que estamos relacionados íntimamente con ello y tenemos la responsabilidad de protegerlo y cuidarlo.Toca democratizar el mundo para que sean los pueblos y no los mercados quienes lo gobiernen. Para que prevalezca el bien común sobre el interés del dinero.

Es la hora de articular una sociedad civil global. La hora de crear un relato hegemónico popular mundial. Un discurso poderoso que nos haga sentirnos pueblo, el mismo pueblo, junto a las comunidades indígenas discriminadas, junto a las víctimas de la feminización de la pobreza, junto a los que se dejan la piel enganchada en las vallas de Ceuta y Melilla y junto a los extrarradios de nuestra ciudad. Un discurso que nos ayude en el consenso colectivo que avance hacia un nuevo contrato social global.

Es la hora. Toca organizar la esperanza. Las personas firmantes de este manifiesto queremos, con humildad y acompañadas, dar el paso.

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